martes, 10 de mayo de 2016

El Método de JPIC

Cuando Jesús envía a sus discípulos a anunciar el reino les pone un método. En el método está el contenido del mensaje. Es decir el mensaje es la explicación del método. Porque hay que ir de dos en dos, anunciando la paz, sin poder económico, curando dolencias, compartiendo el pan con los pobres.

La mayor parte de los trabajos en JPIC siguen de una u otra manera al modelo que presentaremos, el cual ha sido suficientemente probado y responde a diversas necesidades de realización.

Hay que reconocer su inspiración originaria tuvo la influencia del concepto  de "práxis", es decir, tratar de integrar dialécticamente la teoría y la práctica, en reacción tanto a la dialéctica hegeliana que se reducía meramente al plano ideológico, como al activismo de muchos militantes demasiado impetuosos. Sin embargo, parece responder al modo natural con que opera la mente al aplicarse a la transformación de la realidad. Es el método de nuestra Iglesia latinoamericana desde Medellín.
Antes de esta ya larga experiencia latinoamericana de nuestra iglesia se practicaba el método de  la llamada "revisión de vida" de la Acción Católica especializada y más concretamente en la JOC belga de quien sería el Cardenal J. Cardijn. Los cristianos jóvenes obreros (y posteriormente, los estudiantes de la JEC) resumían los hechos de vida de la semana, elegían uno de ellos, lo reflexionaban hasta que perdía su concreción personal y se generalizaba entre todos los participantes del grupo, lo confrontaban con la Palabra de Dios y de ahí se proponían acciones concretas, realizadas a nivel personal, las cuales, a su vez, podían constituirse nuevos hechos de vida a ser examinados la semana siguiente, en forma espiral. 

A partir de Medellín 68, la Iglesia Latinoamericana lo adoptó como su forma de acción pastoral, las Comunidades Eclesiales de Base lo tomaron como proprio, ha estado presente en los principales documentos de aquellos episcopados y posteriormente pasó a la planificación pastoral a distintos niveles. Actualmente ha trascendido esos límites geográficos y se ha ido constituyendo la forma más apropiada de trabajo pastoral (desde encuentros, dinámicas pedagógicas hasta los planes parroquiales).

DESCRIPCIÓN
Se suele centrar en tres verbos --VER – JUZGAR – ACTUAR--, es decir, tres momentos esenciales claramente diferenciados. Sin embargo, algunos pastoralistas suelen añadir otros momentos complementarios, que podrían integrarse en el siguiente proceso más completo, sin que necesariamente implique que todos tengan que estar siempre presentes:

  1. Experiencia de sensibilización
  2. Análisis de Realidad
  3. Reflexión sociológica
  4. Confrontación con nuestras fuentes espirituales
  5. Actuar
  6. Celebrar
  7. Evaluar
  8. Volver a VER

La secuencia de estas diversas fases del proceso se suceden en forma natural unas de otras. Sin embargo, el compromiso de trabajo por la JPIC puede comenzar por cualquiera de ellas. Algunos se sintieron movidos a actuar al entrar en contacto con personas sufrientes. Otros, al cobrar conciencia del momento actual y de la magnitud de sus problemas. Otros más, deduciendo este estilo de vida directamente de su fe o de la reflexión evangélica. Hay quien habiéndose involucrado en alguna actividad grupal, fue paulatinamente descubriendo todas sus implicaciones. Cualquiera que haya sido el inicio de nuestro camino, desde él tenemos que encontrarnos con los otros aspectos;  creyendo que siempre es posible un mundo mejor.