IDENTIDAD E IDEAL DE JPIC
ü Somos
RELIGIOSAS Y RELIGIOSOS EN MISIÓN COMPARTIDA CON EL PUEBLO DE DIOS, que
intentamos vivir y comprometernos con el
nuevo paradigma a favor del planeta amenazado en una humanidad sufriente, desde
nuestros carismas de vida consagrada y desde nuestra identidad bautismal. Queremos vivir una espiritualidad encarnada y
atenta a los signos de los tiempos, como profetas y anunciadores/as de Buenas Noticias.
ü Nos apasiona
el proyecto-sueño de Dios Padre-Madre que Jesús llamaba Reinado de Dios. Testa
pasión brota de nuestra experiencia de Dios como Padre y Madre que se nos ha
revelado en la historia con su proyecto de vida lleno de ternura y compasión
con las víctimas de los sistemas opresores del mundo.
ü Somos
seguidoras y seguidores de Jesús e intentamos vivir con la lucidez que nos da
el evangelio para luchar en favor de la vida amenazada en este mundo injusto,
desgarrado y violento, pero donde también descubrimos muchos brotes de
resistencia y de proyectos alternativos a favor de la paz y la justicia y el
cuidado de la creación.
ü Como
religiosas y religiosos y como pueblo de Dios, hemos crecido en la escuela de
la escucha de los gritos de la realidad donde la vida clama, que son gemidos
del Espíritu y queremos responder con nuestras vidas y nuestras tareas de JPIC
a esas insinuaciones del Espíritu.
ü Estamos
convencidos /as que JPIC (La Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación)
forma parte de la esencia de la VC. Es como un eje, un núcleo, una raíz, un
fundamento sólido de nuestro rostro de Vida Consagrad porque acaricia la
hermosa temática de las Bienaventuranzas de Jesús.
ü JPIC es la
expresión más acertada para vivir con MÍSTICA Y PROFECÍA. Para experimentar la
pasión por el Dios del Reino y por el Reino de Dios.
ü Estamos en
contra de este modelo de muerte y consumo suicida que va destruyendo poco a
poco los ecosistemas y sobre todo a la raza humana. Queremos ser una célula viva del movimiento
mundial “por ese otro mundo posible”.
ü Nuestra inspiración
fundamental es el Evangelio de Jesús con su proclama del Reinado de Dios y su
código de las Bienaventuranzas. Ser
luchadoras-es de la justicia, de la paz y de la integridad de la creación es
una forma muy especial de ser discípulos y discípulas de Jesús en la época
presente.
ü También nos
inspiramos en la cosmovisión de los pueblos indígenas, de los movimientos
sociales y de todos aquellos/as comprometidos con la justicia global del
planeta.
ü Queremos
acompañar con nuestro aporte específico de vidas consagradas a con las nuevas
propuestas que nacen en sectores
conscientes de nuestro mundo (globalizado-mundializado), de forma que seamos
capaces de desentrañar las Semillas del Reino que siguen brotando en colectivos, mentes y
corazones de todas las identidades.